lunes, 25 de febrero de 2019

BLOQUE 1: LENGUAJE, LENGUA Y COMUNICACIÓN ORAL

Actividad de comunicación oral en gran grupo

RELACIÓN DE LA ACTIVIDAD CON EL TEMA

En primer lugar, para empezar y situarnos, debemos definir estas tres palabras que en muchas ocasiones son consideradas y empleadas como sinónimas pero en realidad conceptos diferentes.


El lenguaje es una manera de comunicarnos con el mundo. Es un medio de expresión y es mediante el mismo como, en la propuesta de actividad, podremos valorar los pensamientos y razonamientos de los alumnos, sus ideas previas, así como ellos serán capaces de compartir con el resto de compañeros lo que piensan y conocer las opiniones de los demás.
La lengua es la concreción del lenguaje, con un código específico de signos perteneciente a un grupo social que permite la comunicación entre grupos de personas que conocen y usan este modo de expresión. El desarrollo de la misma comienza en la etapa de Educación Infantil pero es de manera progresiva que se va adquiriendo un nivel de competencia, aspecto que se debe trabajar en Educación Primaria, ir adquiriendo corrección.

La comunicación es acto de intercambio de relación interpersonal. Es necesario que exista un emisor (que codifica), un receptor (que descodifica), un mensaje (que depende del contexto y situación en que se cree) y un canal por el cual se transmita. Como se ha mencionado, es necesario que exista un código común para que el mensaje pueda ser transmitido y percibido, y éste se realizará según diferentes funciones. Ser competente comunicativamente significa no solo ser capaz de emitir un mensaje correctamente, respetando las reglas gramaticales y las de uso de la lengua, según el contexto en el que se emita.
En la comunicación se dan lugar la emisión y recepción sucesiva de mensajes en alternancia de turnos, por lo que son  complementarias tanto la expresión como la comprensión oral, por lo que se lleva a cabo una  interacción, lo que requiere la participación de todos los implicados en el acto comunicativo.  Este es uno de los objetivos que debemos marcarnos en nuestra actividad: que todos participen y se impliquen, que no sólo expongan su opinión personal sobre el asunto a tratar, sino que como bien se determina, el diálogo ofrece la oportunidad de ir modificando el discurso en función de las aportaciones del resto, y por tanto, se están llevando a cabo aprendizajes.
Otra de las características de la comunicación es que es de tipo espontánea, se va creando el mensaje a medida que se piensa y verbaliza. Creo que este apunte es importante para la propuesta de actividad, ya que de esta manera se valoran los conocimientos reales de los alumnos: ante una situación preparada, en la que se les pida hacer una exposición oral de un tema, puede que hayan aprendido memorísticamente unos contenidos a recitar tras la búsqueda de esa información.
Pero la comunicación no es sólo verbal (oral o escrita), sino que también con la postura, gestos faciales, gestos corporales, movimiento… Se está creando un mensaje de tipo no verbal, que en muchas ocasiones pasa desapercibido pero que no es carente de significado.


  • La expresión oral
Saber emitir un mensaje de calidad, saber expresarse correctamente, pasa desde la sintaxis (construcción de la frase) al vocabulario, diversidad léxica. Es más que emitir sonidos organizados y dotados de significado, implica aspectos como habilidades verbales (tener en cuenta el receptor al que se dirige y por tanto el grado de complejidad del discurso, la intención, etcétera) y no verbales (gestos, postura, expresión facial…). Es necesario ir perfeccionando todos estos aspectos (como la articulación, pronunciación, respiración adecuada, volumen de la voz…) durante la etapa de Educación Primaria para ir mejorando la calidad de la expresión oral e ir adquiriendo mayor grado de competencia comunicativa. Para ello es necesario que creemos, en primer lugar, un clima de confianza en el que los alumnos no se sientan juzgados y no teman al cometer errores, ya que es parte del aprendizaje; así mismo, existen diferentes actividades para poder mejorar la expresión oral según el número de alumnos implicados, las diferentes temáticas a tratar… Es importante conocer bien al grupo con el que se trabaja para determinar sus intereses y enfocar de este modo las propuestas, para que les resulten motivadoras y les inviten a participar.


  • La comprensión oral
Comprender es entender lo que la otra persona está queriendo decir y para ello no solo es necesario oír, sino escuchar: oír es siempre posible, ya que está implicada la audición; es una actividad pasiva y se ejerce siempre que se perciben sonidos. Escuchar es captar la totalidad del mensaje del emisor, en cuanto al mensaje verbal, tonalidad, interpretando el sentido de lo que se oye, lo que implica realizar cierto esfuerzo que no en muchas ocasiones se desea realizar. Es por ello que desde el aula se deben promover dinámicas motivadoras, que impliquen a los alumnos y no sólo les animen a participar, sino también a interesarse por las aportaciones de los demás.

CRITERIOS PSICOPEDAGÓGICOS

En esta ocasión se va a realizar un debate en el que cada alumno expondrá sus ideas sobre el reciclaje aprovechando una situación real de aula, la incorporación en cada una de las aulas del centro de diferentes contenedores para papel, residuos, residuos orgánicos y plástico. Se ha elegido este formato ya que según se ha considerado es una situación más natural que el debate, que consiste posicionarse entre dos ideas contrapuestas y mostrar una opinión: en estas edades quizás sea difícil encontrar un tema a debatir, ya que tienen ideas parecidas sobre las cosas por compartir la edad o por el hecho de que compartir opinión y ser aceptados dentro del grupo de iguales. Si se dividiese el grupo en dos de manera artificial diciendo a cada grupo de alumnos qué opción deben defender sería una situación comunicativa más artificial, aunque quizás sería interesante poder realizar una actividad de este tipo pero en los últimos cursos de Primaria.
Esta propuesta, en cambio, se va a llevar a cabo en un aula de 4º de Primaria, ya que es en este curso donde se determina en el currículo de la Comunidad de Madrid que se debe abordar contenidos sobre el cambio climático en el área de Ciencias de la Naturaleza. Como se propone en la documentación de la asignatura, la expresión y comprensión oral no debe trabajarse tan solo de forma específica en la asignatura de Lengua y Literatura, sino que puede trabajarse de forma transversal como en este caso: una situación comunicativa inicial que parte de un hecho real que sucede en el centro (el reciclaje) puede dar pie a comenzar a trabajar estos contenidos. De esta manera, se realizará una aproximación a los mismos y una interiorización más profunda, al partir de un hecho real. Considero que es una manera de introducir el tema más motivadora que si directamente se les pide hacer una búsqueda y selección de información sobre esta temática, aunque los conocimientos sean más ajustados pero menos mecánico. Luego podrán profundizar sobre este aspecto y concretar datos, si así se desea, con diferentes medios de consulta (escritos, internet…). Al fin y al cabo, es un acto de expresión propia, no de verbalización memorística de información.
Es muy importante la percepción que tienen los alumnos sobre las tareas escolares: mediante la búsqueda y exposición de información, trabajar el cambio climático podría resultar ajeno, lejano, abstracto y aburrido, pero comenzar planteando un debate es más dinámico y están aprendiendo de manera casi inconsciente no solo de manera individual, sino también con la ayuda y aportaciones del resto de compañeros. Los datos intercambiados en la conversación también sirven al maestro como indicador del nivel inicial de conocimientos de los alumnos sobre la temática y por tanto, guía la futura presentación de estos contenidos.

Según las teorías evolutivas de Piaget, nos encontramos ante niños de 9 y 10 años, con un gran desarrollo cognitivo, lo que les permite elaborar oraciones estructuradas y pensar de un modo más lógico y menos dependiente de la percepción de los estímulos: su razonamiento lógico les permite hacer referencia a experiencias pasadas e inferir o proyectar hechos y los pensamientos y acciones de los demás. Por ello, se puede introducir esta temática, que puede ser algo abstracta ya que no se pueden observar beneficios directos del hecho de reciclar así como tampoco se observan de forma continuada y concreta los efectos del cambio climático, y más teniendo en cuenta que ellos han nacido en un momento en el que esta problemática ya estaba presente. Además, a esta edad han aprendido estrategias lógicas para la resolución de problemas y ya son capaces de formular diferentes alternativas ante un problema, en este caso, qué podemos hacer para frenar el cambio climático de manera más personal y directa y que además se propongan soluciones a nivel global, desde los diferentes países. 
Todas estas consideraciones deben tomarse como referencias generales, pero debemos tener en cuenta que cada niño es un mundo y que existen diferencias individuales en cuanto al nivel de desarrollo. En ello influyen las características de los entornos más cercanos en los que viven, el ambiente familiar y social y, por tanto, la estimulación a la que estén sometidos. Considero que es importante potenciar la curiosidad hacia el reciclaje, ya que son elementos que podrían pasar desapercibidos para muchos de ellos pero que tienen una gran importancia, y pretenden situar los contenidos a trabajar desde una perspectiva más próxima para luego ir alcanzando mayores dimensiones.

Esta actividad comunicativa permite a los estudiantes reflexionar sobre sus propias actuaciones. Además, tener la oportunidad de dialogar sobre este tema y hablar en gran grupo sobre ello permite apoyarse en las ideas de los demás para ir aportando las suyas propias, que quizás de manera individual no fluirían tanto. La temática es funcional, tiene una aplicación en la vida real, ya que al fin y al cabo afecta directamente a la dinámica del centro al introducir un nuevo elemento, los diferentes contenedores. Muchos de los alumnos tendrán conocimiento sobre ello y otros van a comenzar a entender el concepto del reciclaje y podrán trasladar dichos conocimientos al entorno externo al centro, en casa, fijarse si en su barrio existen diferentes contenedores…

ACTIVIDAD

Nos situamos en un aula de 4º de Primaria, con 25 niños de 9 y 10 años. 
Es la primera hora del lunes: muchos entran a clase aún dormidos y se sientan directamente en sus asientos; otros se reúnen en grupos, mientras que se cuentan anécdotas del fin de semana; otros se muestran más dinámicos, en movimiento por las clases y los pasillos; y tan solo algunos se dan cuenta de un sutil cambio que se ha producido en la clase: la basura, donde muchas veces acuden con la excusa de sacar punta para poder despegar el culo de la silla un rato, ha desaparecido. En lugar de ella encuentran cuatro contenedores diferentes, de diferentes tamaños, de diferentes colores. En cuanto llega la profesora a clase, dos de ellos se acercan a preguntarle qué son, de dónde han salido, para qué sirven. La profesora sonríe y no dice nada, no hace falta: ya hay un alumno que estaba escuchando y respondiendo a sus preguntas “Son contenedores para reciclar”.
Va a dar comienzo la clase. La profesora pide a todos que se sienten. “¿Alguien ha notado algo diferente hoy en la clase?” Los dos alumnos que fueron a preguntar intervienen, y reproducen la respuesta que hace un momento les dio otro compañero “Son contenedores de reciclaje” “¿Y qué es el reciclaje? ¿Quién me lo puede explicar?” dice la maestra. Pide a todos los alumnos que levanten la mano para intervenir y va dando turnos de palabra, para ir valorando cada una de las aportaciones y las ideas que se tienen sobre el tema.

Tras ello, propone la idea de qué les parecería charlar un poco en clase sobre el tema del reciclaje, pero que para ello deben respetar una serie de normas de intercambio lingüístico como son: escuchar a los demás compañeros para no repetir temas e ideas, conectar con lo que van diciendo los compañeros (te doy la razón en esto, yo añadiría a esta idea, personalmente no estoy de acuerdo en…) y participar, exponiendo lo que cada uno piensa al mismo tiempo que se deben respetar las intervenciones de los demás. Y respetar a los demás no solo implica no reírse de lo que puedan haber dicho, sino también respetar y no interrumpir mientras otro habla y esperar nuestro turno, tener una conversación de manera más o menos ordenada. 
A partir de este punto, y teniendo en cuenta que todos los alumnos conocen las normas, comienza el diálogo dejando que interactuen libremente en base a ello. Uno de ellos tomará la palabra y expondrá qué entiende él por reciclaje. Sería bueno que se tratasen diferentes aspectos en la conversación y que fueran saliendo de forma espontánea por medio de los niños, como son: ¿Qué es el reciclaje? ¿Cómo se recicla? ¿Para qué se usan cada uno de los contenedores? ¿Cómo podemos identificar su función? ¿Para qué sirve reciclar? ¿Qué beneficio obtenemos de ello? ¿Quiénes reciclan en casa? ¿Cómo?. La idea es que lleguen al punto de razonar que el reciclaje se realiza para cuidar el medioambiente debido a los diferentes problemas que existen (muchos de ellos también pueden surgir en el diálogo, como la contaminación) y que originan el cambio climático (que recordemos, es el contenido que vamos a comenzar a trabajar). Tras ello, deben ir resolviéndose también estas cuestiones: ¿Qué es el cambio climático? ¿Cómo se ha generado? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Cómo se puede remediar? ¿Qué podemos hacer nosotros para remediarlo? De esta forma, volveremos al punto inicial donde comenzamos, el reciclaje, a la vez que habremos introducido a los alumnos de lleno en la teoría que trabajarán en las próximas semanas.

Como se ha mencionado, lo ideal sería que todas estas cuestiones fuesen surgiendo progresivamente en el diálogo de los alumnos, pero en caso de que no fuese así podrían ser planteadas por la maestra a modo de guía, logrando que la conversación fluya si en algún momento se estanca o si se quiere reconducir hasta el punto al que se quiere llegar. Es importante el hecho del dinamismo, pero al mismo tiempo hay que evitar ir saltando de tema en tema, de opinión en opinión: hay que estar atento a las intervenciones de los compañeros para evitar repetir lo que ya se ha dicho y conectar con las intervenciones anteriores, completar, comentar las ideas, no simplemente soltar un punto de vista personal sin tener en cuenta al resto; hay que exprimir al máximo cada propuesta antes de introducir una nueva.
Es importante el papel del maestro o maestra, ya que a pesar de que se busca que los alumnos sean los agentes activos de la actividad y los que tomen el papel protagonista, este debe mantenerse en una actitud de escucha activa e intervenir en cuanto se le requiera o cuando considere con la formulación de las preguntas propuestas. Además, puede realizar intervenciones (pero no continuamente) para la corrección de errores lingüísticos, teniendo en cuenta que es importante la expresión oral y no tanto la corrección, por lo que debería hacerlo en ocasiones muy señaladas y a través de la reformulación del elemento erróneo.

Es importante que todos los alumnos tengan oportunidad de participar y puede darse la situación de que algunos de ellos tomen el papel protagonista e intervengan continuamente: la maestra, que previamente conoce al grupo, sabe quiénes son estos alumnos y lo deberá tener en cuenta, que quizás intervengan más porque sepan del tema o por querer ser el centro de atención. No obstante, deberá regular este tipo de conductas valorando sus aportaciones positivamente pero formulando por ejemplo “También me gustaría saber qué opina X alumno de esto”. Puede darse el caso de que haya otros alumnos en la clase que no participen, que sean más tímidos o inseguros y se sientan eclipsados ante el tipo de alumnos anteriores: es muy importante que se sientan seguros y apoyados, sobre todo considerados y no intimidados. Aunque se podría tratar de realizar preguntas más dirigidas a ellos, sabiendo sus gustos, aficiones, forma de pensar, etcétera, en esta dinámica no tienen mucha cabida: sí que se podría plantear “Yo sé que en casa de Y se recicla. ¿Cómo lo hacéis?” o “¿Podrías completar tu idea?”, para animarles a que no den respuestas escuetas. Sentirse importantes al saber que te preocupas por conocerles y al hablarles directamente se sentirán más cómodos para participar. La evaluación de las intervenciones se va a llevar a cabo mediante una rúbrica, como se explicará a continuación, y considero que es importante que este tipo de alumnado no se sienta observado y evaluado, que no perciba que se está poniendo una calificación a su intervención porque este hecho puede dificultar la participación.
Puede que ante la motivación de muchos de los alumnos y al ser una actividad en gran grupo, muchos de ellos no respeten los turnos de palabra e intervengan sin escuchar y se diluya la conversación: es por ello que la maestra debe recordar de nuevo las normas y que es un requisito indispensable para que se pueda llevar a cabo la actividad, que de otra forma quedará finalizada.

  • Evaluación de la actividad

La actividad se habrá llevado a cabo de forma satisfactoria si todos los alumnos han participado de forma más o menos equitativa en ella y si se han ido abordando las diferentes cuestiones propuestas, para llegar al contenido a trabajar posteriormente. Creo que es importante valorar la dinámica que se ha establecido, si realmente se han escuchado entre todos, si han ido aportando opiniones al mismo tiempo que se han ido completando las de los compañeros. Se puede hacer una valoración general del funcionamiento de la clase pero creo que es importante poner atención en la expresión y comprensión oral de cada alumno de forma individual. Esto se puede realizar mediante una tabla de valoración de conductas como la que se expondrá a continuación, a las que se otorgará una serie de valores que determinan la frecuencia de realización de cada alumno, siendo:

1: Nunca
2: A menudo
3: Frecuentemente
4: Siempre

No obstante, pienso que es un poco complejo rellenar dicha tabla para todos los alumnos durante una hora, que será la duración del diálogo. Aunque se puede rellenar posteriormente, tras la observación, con las impresiones que se hayan ido obteniendo, creo que debería hacerse en el propio momento del acto comunicativo y que para ello necesitaríamos otras sesiones en las que realizar dicha dinámica basada en otras temáticas.

Además de la evaluación cuantitativa, considero que se debería hacer una valoración cualitativa, por lo que en las hojas de evaluaciones aparece un cuadro final de registro de observaciones, para realizar las anotaciones que el maestro considere oportuno, como especificando errores lingüísticos o incorrecciones gramaticales.

En la siguiente imagen puedes ver la tabla de evaluación propuesta. Puedes hacer click sobre ella para apreciar mejor cada uno de los enunciados:



EN MI FUTURO COMO DOCENTE

Como maestra de Educación Infantil, en el ámbito de Primaria encuentro una falta de expresión oral justificada: no hay momentos de libertad en cuanto a la oralización, ésta se lleva a cabo con un fin muy marcado por el currículo, como la exposición de temas. Echo de menos el momento de asamblea, donde a partir de una propuesta para hablar del maestro, los alumnos verbalizan aquello que desean y ese hecho es porque aquello que están contando, a pesar de que pueda considerarse como superficial y algo relevante, tiene un profundo significado para ellos: es un gran acontecimiento haber ido durante el fin de semana al parque. Los alumnos de Primaria no cuentan con este espacio de conversación, y creo que es necesario plantear momentos en el aula donde los alumnos puedan expresarse al mismo tiempo que están aprendiendo a escuchar y valorar a los demás. La falta del mismo permite, y casi obliga, a preparar bien los intercambios comunicativos, de manera que sean lúdicos al mismo tiempo que educativos, constructivos y que de esta forma se puedan obtener ciertos resultados o aprendizajes. La conversación tendrá un formato diferente dependiendo del curso en el que nos encontremos, ya que la edad condiciona el nivel de complejidad o exigencia de la propuesta, así como los intereses de los niños y las exigencias del currículo determinan las temáticas. Como se ha mencionado, se toman en referencia unos estándares (Piaget) para crear una actividad acorde a la edad, pero se debe tener en cuenta que cada alumno tendrá sus propias características, ritmos e intereses personales.
Como se apunta en el bloque teórico la escuela debe liberar la expresión infantil favoreciendo la integración verbal del niño en el aula, permitir experimentar con el lenguaje y dotar de estrategias para ir adquiriendo corrección y mejorando en el mismo para desarrollar la competencia comunicativa en todas sus vertientes. Se debería tener más en cuenta en el aula el aspecto de trabajar la expresión y comprensión oral, ya que son necesarios para el desarrollo personal y social de los alumnos en el contexto real y fuera del aula.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Apuntes de la asignatura Didáctica de la Lengua
Apuntes de la asignatura Psicología del Desarrollo